A lo largo del pasado año se contabilizaron 1.214 sanciones, la mayoría de ellas a autocaravanas y en los meses de verano
CAROLINA ALONSO - IKER AZURMENDI - Sábado, 27 de Julio de 2019
Una moto pasa frente a autocaravanas aparcadas junto a la Escuela de Arquitectura.
DONOSTIA- La Guardia Municipal de Donostia ha puesto en la primera mitad del año cerca de medio millar de multas por acampar en lugares indebidos. La mayor parte de las 447 sanciones contabilizadas entre enero y junio han correspondido a autocaravanas que hacen vida de camping cuando están estacionadas en calles de la ciudad y plazas, lo cual está prohibido. A lo largo del pasado año, las sanciones por acampar en las calles donostiarras fueron 1.214, según concretó a este diario el concejal de Seguridad, Martin Ibabe.
“Está claro que el asunto de las autocaravanas en las calles nos preocupa y por eso se producen sanciones. Esta es una ciudad turística y los viajeros en autocaravanas están aumentado en toda Europa, no solo aquí, por lo que su presencia en nuestras calles cada vez más notable”, recalca el edil, que añade que tres cuartas partes de las multas que se producen por este motivo a lo largo de todo el año tienen lugar en los meses de verano.
Asimismo, añade que la actuación de los guardias municipales no solo se refleja en sanciones. “A veces se habla con los viajeros, se les explica la situación y ya es suficiente, porque se ha podido producir un despiste o una confusión, pero cuando se produce una acampada ostensible, contraria a la normativa de civismo, se tiene que sancionar”, añade.
Para que los agentes municipales consideren que se está produciendo una acampada de modo ilegal es necesario que se cumplan algunas condiciones como, por ejemplo, que los titulares de los vehículos hayan instalado en la calle sillas y mesas o dejen ropa colgada fuera. Estas actuaciones están totalmente prohibidas en las calles y parkings al aire libre, aunque no en el estacionamiento específico de autocaravanas de Berio, preparado para que estos vehículos viajeros no solo aparquen sino que puedan comer en el exterior o dejar la ropa a secar.
El hecho de instalar tiendas de campaña en jardines o zonas verdes de la ciudad también se produce en ocasiones aunque en número muy reducido. El pasado año no llegó a 20 el número de multas tramitadas tras detectar este incumplimiento, lo que supone un 1,6% del total.
La Ordenanza de Civismo prevé multas de carácter leve por acampar, lo que supone cantidades de entre 50 y 200 euros, según las circunstancias.
La misma normativa, sin embargo, no prohíbe dormir en el interior de los coches, furgonetas o autocaravamas que estén estacionadas en las calles, siempre y cuando no se coloquen enseres en el exterior. Solo está vetado dormir en la playa por la noche aunque por este motivo no existen multas registradas el pasado año.
La Ordenanza de Civismo deja claro que no se puede acampar en lugares públicos o privados sin autorización. “No se podrá cocinar o desplegar sillas y mesas en la vía pública”, concreta la normativa, que, además, permite a los agentes retirar todo el material depositado en la vía pública sin permiso, en caso de que los propietarios no estén en las inmediaciones y acepten quitarlo ellos mismos tras ser requeridos por los policías locales.
A LA ESPERA DE ORIAMENDI
Actualmente, los conductores de autocaravanas, furgonetas y otros vehículos destinados a viajar están a la espera de que aumenten las plazas específicas para estos vehículos, cuyas ventas han aumentado más de un 300% en los últimos años en el Estado. En Donostia, actualmente, solo están disponibles las plazas del parking específico para autocaravanas de Berio así como los espacios destinados a ellas en los campings de Igeldo e Igara.
Sin embargo, el número de espacios adecuados para los viajeros que eligen este medio de transporte siguen siendo insuficientes. El problema se suavizará cuando se pueda abrir el parking de autocaravanas proyectado en Oriamendi, junto a los viveros de flores, que acogerá 132 plazas.
La iniciativa, que empezó a gestarse hace unos seis años, no será realidad este verano ya que, por pocos días, no se pudo aprobar el proyecto a tiempo, para desesperación del empresario. El parking de autocaravanas, que contará con cafetería, duchas y otros servicios, dispone de los informes favorables de la Comisión de Ordenación del Territorio del Gobierno Vasco, tiene la declaración positiva medioambiental y ha sido considerada de “interés general” por la Diputación, pero faltan aún los permisos municipales.
Fuente:
“Está claro que el asunto de las autocaravanas en las calles nos preocupa y por eso se producen sanciones. Esta es una ciudad turística y los viajeros en autocaravanas están aumentado en toda Europa, no solo aquí, por lo que su presencia en nuestras calles cada vez más notable”, recalca el edil, que añade que tres cuartas partes de las multas que se producen por este motivo a lo largo de todo el año tienen lugar en los meses de verano.
Asimismo, añade que la actuación de los guardias municipales no solo se refleja en sanciones. “A veces se habla con los viajeros, se les explica la situación y ya es suficiente, porque se ha podido producir un despiste o una confusión, pero cuando se produce una acampada ostensible, contraria a la normativa de civismo, se tiene que sancionar”, añade.
Para que los agentes municipales consideren que se está produciendo una acampada de modo ilegal es necesario que se cumplan algunas condiciones como, por ejemplo, que los titulares de los vehículos hayan instalado en la calle sillas y mesas o dejen ropa colgada fuera. Estas actuaciones están totalmente prohibidas en las calles y parkings al aire libre, aunque no en el estacionamiento específico de autocaravanas de Berio, preparado para que estos vehículos viajeros no solo aparquen sino que puedan comer en el exterior o dejar la ropa a secar.
El hecho de instalar tiendas de campaña en jardines o zonas verdes de la ciudad también se produce en ocasiones aunque en número muy reducido. El pasado año no llegó a 20 el número de multas tramitadas tras detectar este incumplimiento, lo que supone un 1,6% del total.
La Ordenanza de Civismo prevé multas de carácter leve por acampar, lo que supone cantidades de entre 50 y 200 euros, según las circunstancias.
La misma normativa, sin embargo, no prohíbe dormir en el interior de los coches, furgonetas o autocaravamas que estén estacionadas en las calles, siempre y cuando no se coloquen enseres en el exterior. Solo está vetado dormir en la playa por la noche aunque por este motivo no existen multas registradas el pasado año.
La Ordenanza de Civismo deja claro que no se puede acampar en lugares públicos o privados sin autorización. “No se podrá cocinar o desplegar sillas y mesas en la vía pública”, concreta la normativa, que, además, permite a los agentes retirar todo el material depositado en la vía pública sin permiso, en caso de que los propietarios no estén en las inmediaciones y acepten quitarlo ellos mismos tras ser requeridos por los policías locales.
A LA ESPERA DE ORIAMENDI
Actualmente, los conductores de autocaravanas, furgonetas y otros vehículos destinados a viajar están a la espera de que aumenten las plazas específicas para estos vehículos, cuyas ventas han aumentado más de un 300% en los últimos años en el Estado. En Donostia, actualmente, solo están disponibles las plazas del parking específico para autocaravanas de Berio así como los espacios destinados a ellas en los campings de Igeldo e Igara.
Sin embargo, el número de espacios adecuados para los viajeros que eligen este medio de transporte siguen siendo insuficientes. El problema se suavizará cuando se pueda abrir el parking de autocaravanas proyectado en Oriamendi, junto a los viveros de flores, que acogerá 132 plazas.
La iniciativa, que empezó a gestarse hace unos seis años, no será realidad este verano ya que, por pocos días, no se pudo aprobar el proyecto a tiempo, para desesperación del empresario. El parking de autocaravanas, que contará con cafetería, duchas y otros servicios, dispone de los informes favorables de la Comisión de Ordenación del Territorio del Gobierno Vasco, tiene la declaración positiva medioambiental y ha sido considerada de “interés general” por la Diputación, pero faltan aún los permisos municipales.
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